MÁNCORA - CAMINOS DE REDENCIÓN

Por: José Puga

A veces la vida nos tira de bruces contra una realidad castrante, donde el vacío termina por teñir todo del color de lo absurdo. Son estos devoradores sentimientos de nostalgia y búsqueda los que invaden el espíritu de Santiago Pautrat, un joven de 21 años que pierde la brújula de su vida tras el suicidio de su padre y la pérdida de su trabajo.
Acompañado solo por su sombra y su callada soledad, Santiago decide viajar a las playas de Máncora esperando encontrar una pista sobre su futuro dentro de su propia ignorancia. Sin embargo, un día antes, su hermanastra Ximena y el esposo de esta, Íñigo, llegan desde el extranjero para acompañarlo en esta búsqueda del paraíso. Lo que no saben es que, una vez ahí, perderán las caretas y se enfrentarán a sus demonios más siniestros.

Este es el gatillo dramático detrás de la película “Máncora”, estelarizada por el actor peruano Jason Day (Santiago), Elsa Pataky (Ximena) y Enrique Murciano (Íñigo). Dirigida en el 2006 por el cineasta peruano Ricardo de Montreuil (“La mujer de mi hermano”), este filme nominado en la categoría World Cinema en el Festival de Sundance llegará a las salas limeñas el próximo 3 de setiembre.

“Santiago tiene muchísimo miedo porque nunca se ha preguntado quién es, qué quiere ni dónde está. Es una persona a la que se le hace muy fácil agredir porque está aislado de sus emociones y de su intelecto”, explica Jason Day, quien acaba de finalizar el rodaje de su más reciente proyecto “30 Beats”, película dirigida por Alexis Lloyd y protagonizada por Paz de la Huerta (“The Limits of Control”), Jennifer Tilly y Justin Kirk (“Weeds”).

Otro de los pilares dentro de “Máncora” es el personaje de Ximena —interpretado de manera risueña y deliciosa por Elsa Pataky—, quien representa el último lazo de Santiago con su familia y con ese mundo con el que uno se siente cómodo. Ella, al mismo tiempo, buscará inconscientemente escapar de un matrimonio infeliz con su esposo Íñigo. Será el enfermizo egoísmo de su pareja el que la empujará a una relación prohibida con Santiago.

“[En las escenas de sexo] no sabíamos si dejarnos llevar o hacer una coreografía. Al final, opté por dar rienda suelta al lado más animal de Santiago (...) Por eso hago cine: para poder vivir lo que no puedo en la vida real. Cuando me llega un guion, lo primero que hago es ver si hay escenas de sexo y si la dirige un buen cineasta”, expresa Jason sin guardarse nada.

La explícita lascividad de sus protagonistas (entre las que resalta un trío inédito entre Jason Day, Anahí de Cárdenas y Ángela Alegría) y el sentimiento de efímero libertinaje de sus personajes hacen de esta película un viaje ideal para quien quiera despejar la mente de los problemas mundanos.

Fuente: EL COMERCIO